ODA A LA NATURALEZA ¡SOBERBIA Y DE COLOR SUAVE!

El nuevo libro de Israel Ariño ha salido y es una obra diferente estéticamente, un cruce de caminos en su trayectoria editorial y fotográfica. A través del prisma de las estaciones, Ariño provoca que oscilen las capas de nuestra memoria desde lugares donde hay reconocimiento geográfico pero también la pérdida de puntos de referencia temporales. Sus imágenes cuestionan el pasado mientras reflexionan sobre el futuro y ofrecen una especie de área zen para recapacitar sobre si mismo. El toque del color añadido es aquí un elemento de metamorfosis a veces malicioso, que nos lleva a cuestionar nuestra percepción del territorio, de las situaciones encontradas. El color prolonga la realidad, empujándola, estimulándola, haciéndola poética hasta la fantasía. El inicio del libro es muy potente; no sabemos donde entramos. Desde la portada, y pasando por las tres primeras imágenes, el lector puede llegar a pensar que lee un libro de poesía japonés, o textos de Nabokov, Sylvia Plath o Julien Gracq. Después llega a un árbol desnudo en el invierno de la Picardía. ¡Ah de este árbol y de este camino! Es un libro lleno de gracia y delicadeza -hay que mirar la textura de la portada con sus arrugas tiernas, sus rayas y raíces, donde la naturaleza es soberbia, los colores son muy suaves -recuerdan a los autocromos-, y tanto las composiciones como los encuadres están llenos de sorpresas. Con Israel Ariño nos acercamos al hecho de que el acto creativo puede ser extremadamente humilde y cariñoso con la Naturaleza.

JMG “Voyage au pays du Clermontois”, 120 p., Ed. Anomalas, 35,00 €